Cuando tienes un peque que está empezando a utilizar el orinal o un adolescente vaguete que parece no tener mucha puntería, conseguir que atinen puede ser un gran dolor de cabeza. El baño puede acabar hecho un desastre en poco tiempo, y no hay nada peor que tener que limpiar pis, especialmente cuando ni siquiera es tuyo...
No te apures; existen varios métodos para enseñar a los pequeños (y a los no tan pequeños) a apuntar bien y conseguir que tus hijos adquieran modales en el uso del wáter. Hay diversos métodos, como dianas o premios, con los que podrás olvidarte de suplicar a tus hijos que traten de atinar en el retrete.
Métodos para mejorar la puntería
Cuando los niños ya saben utilizar el inodoro y empiezan a orinar de pie en lugar de sentados, hay que enseñarles a apuntar bien. Por raro que parezca, hay muchos adolescentes que no parecen haber aprendido esta habilidad, así que estas indicaciones también son para ellos.
Pelotas para aprender a apuntar
Las bolas de aprendizaje se pegan al inodoro a modo de dianas y sirven para hacer más divertido el momento de utilizar el baño y enseñar a los peques a apuntar bien. Algunos modelos flotan en el agua. Elige siempre pelotas ecológicas y biodegradables que no dañen tu fosa séptica.
Pegatinas de diana para afinar la puntería
Se venden en colores y diseños divertidos y su función es similar a la de las pelotas, pero son reutilizables y duran varios vaciados de cisterna. Siempre con guantes, pégalas en el fondo del inodoro para evitar las salpicaduras de pis.
Técnicas de recompensa
Los niños más pequeños aprenden mejor cuando reciben algún tipo de recompensa a modo de incentivo para hacer lo que les dicen y como refuerzo positivo. Puedes utilizar una tabla de puntos como sistema de recompensa: cada vez que hagan pis en el wáter adecuadamente, ganan una estrella dorada. Cuando tienen suficientes estrellas, reciben un premio. Puede tratarse de un juguete, un día fuera en familia o algún capricho que sabes que les va a encantar.
Deja que se siente
Aunque tengas prisa por conseguir que tu pequeño utilice el baño de mayores, puede que aún no esté preparado para orinar de pie. ¿Cuál es la solución? Deja que se siente en la taza. De esta forma ganáis ambos: él aprende a utilizar el retrete a su propio ritmo y tú no tienes que ir detrás de él a limpiar. Dale un taburete para que pueda subirse al inodoro y pon un reductor de WC para que pueda sentarse sin resbalarse o caerse.
Hazle responsable de la limpieza
¿Tienes un adolescente en casa que siempre deja el wáter hecho un asco? Los métodos que hemos descrito para enseñar a un niño a apuntar ya no sirven si tu hijo es adolescente o está ya en la veintena, pero lo que sí tiene que hacer es responsabilizarse de limpiar lo que ensucia. Eso actuará como elemento disuasorio y le hará más consciente de sus hábitos en el cuarto de baño.