Los niños, al igual que los adultos, pueden sentir ansiedad, especialmente cuando se enfrentan a grandes cambios en sus vidas, como ir al cole. La ansiedad escolar ocurre cuando al niño le produce desazón empezar el colegio o volver a clase después de un tiempo prolongado. Los nervios de la vuelta al cole podrían deberse a que les preocupa un examen, encajar en el grupo o tener problemas al ir al servicio.
La ansiedad escolar es un término muy amplio para referirse a toda preocupación que sienten o experimentan los pequeños por ir al colegio.
Ansiedad general
Cuando se trata de ansiedad general, los peques (y no tan peques) pueden sentir nervios esporádicamente, pero eso no significa que tengan un trastorno por ansiedad. Es como cuando sientes inquietud porque vas a empezar en un trabajo nuevo.
En el caso de los niños, puede darse por los nervios de la vuelta al cole o por temor a utilizar los baños del colegio o no encontrarlos. Es algo totalmente normal, pero conviene estar pendiente por si evoluciona en algo más preocupante.
Ansiedad por separación
Con ansiedad por separación nos referimos a la inquietud que sienten los bebés y los niños pequeños cuando se separan de sus padres o cuidadores. Los médicos lo consideran algo normal e indican que suele desaparecer en torno a los tres años.
Muchos niños se separan de sus padres por primera vez cuando van a la guarde o empiezan preescolar, de manera que este tipo de ansiedad puede manifestarse también en niños algo más mayores. Generalmente la expresan con lloros a la puerta del colegio.
Ansiedad social
La ansiedad social es un sentimiento de miedo abrumador que se produce en situaciones sociales. Es más común en niños más mayores y adolescentes.
No obstante, también puede afectar a niños pequeños. Si tu hijo parece tener miedo a ir al colegio y no quiere jugar con otros niños podría estar sufriendo ansiedad social.
Trastorno de ansiedad generalizada
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es un estado de ansiedad no específica prolongado en el tiempo. Las personas que padecen TAG sienten ansiedad y se preocupan por muchas cosas aparentemente triviales. En el caso de los niños, puede manifestarse como una preocupación constante por pequeñeces del día a día como ir al colegio o necesitar ir al baño cuando están allí.
Fobias específicas
Cuando un niño padece una fobia, siente temor o ansiedad ante personas, lugares, objetos, actividades o situaciones específicos. Es muy común entre los peques la fobia a la oscuridad, pero también hay otras:
• Animales
• Insectos
• Alturas
En cuanto a la ansiedad escolar, puede deberse al miedo a utilizar los baños del cole.
Si crees que tu peque siente ansiedad y le está afectando a su vida, sus rutinas habituales o su salud, lo primero que debes hacer es consultar al médico.
Identificar la ansiedad
Hemos repasado distintos tipos de trastornos por ansiedad, pero hay síntomas comunes a todos ellos. Sea cual sea el que provoque la ansiedad escolar de un niño, sus padres deben saber identificar los siguientes indicios.
Te habla de ello
El signo más claro de ansiedad es que tu hijo te hable de ello. Si te cuenta sus preocupaciones o sentimientos —por ejemplo, que le cuesta concentrarse— es esencial que le tranquilices. Dile que comprendes cómo se siente, quizá puedes compartir experiencias propias de ansiedad infantil que tú viviste.
Por otra parte, algunos niños se cierran, especialmente cuando van siendo más mayores. Es bien sabido que muchos niños responden con monosílabos a preguntas como "¿Qué tal en el colegio?". Si solían ser habladores y ahora ya no responden como lo hacían antes, podría deberse a la ansiedad.
Inquietud y tensión
Los niños que padecen ansiedad suelen sentirse inquietos y tensos. Observa si tu peque no puede estarse quieto, por ejemplo, cuando estáis sentados a la mesa haciendo deberes o cenando. Otro síntoma de ansiedad es la falta de concentración, que a su vez puede manifestarse como agitación.
Comportamiento disruptivo
Muchos niños carecen de las herramientas emocionales para expresar la ira o la preocupación. Si sienten ansiedad, quizás no sepan contarte por qué y recurran a manifestaciones físicas como la irritabilidad o, incluso, tener la mano más suelta. Dependiendo de la edad del niño, podemos estar hablando de pataletas por no querer ir al cole o de negarse a hacer algo cuando se lo pides en casa.
Problemas en el colegio
La ansiedad puede identificarse más fácilmente en el aula, ya que es posible que les cueste concentrarse. Si tu hijo o hija siente ansiedad, le costará centrarse en tareas sencillas. Esto a su vez puede dar lugar a problemas con las actividades escolares diarias y el aprendizaje en términos generales. La ansiedad puede hacer que les cueste levantar la mano para contestar a las preguntas de los profesores.
Problemas de sueño
Los problemas de sueño como el insomnio son un síntoma habitual de ansiedad. Si tu peque siente ansiedad escolar, puede tener problemas para conciliar el sueño o quizás se despierte a las tres de la mañana porque su cerebro va a mil por hora debido a la ansiedad. La falta de sueño agrava otros síntomas de la ansiedad escolar, haciendo que a tu hijo le cueste más concentrarse y estar atento en clase.
Vuelven los problemas a la hora de ir al baño
La ansiedad también puede afectar al sistema digestivo de tu peque, es bien sabido que la ansiedad se ceba con el estómago. Si tu hijo siente ansiedad, puede que vaya al baño con más frecuencia y que tenga diarrea. Esto a su vez puede generarle ansiedad en el colegio por la necesidad de ir al baño y preocupación por dejarlo todo sucio o no llegar a tiempo.
También puede mojar la cama. Los escapes nocturnos secundarios se dan en niños mayores que no se habían hecho pis en la cama desde hacía tiempo, pero de repente mojan la cama de nuevo. La ansiedad escolar puede ser la causa.
Qué deben hacer los padres
Si ya sabes que tu hijo padece ansiedad o has reconocido alguno de los síntomas descritos en esta página, probablemente estarás preguntándote qué hacer al respecto. Sigue estos consejos para ayudar a tu peque con la ansiedad escolar:
• Háblale: parece una obviedad, pero hablar con tu hijo sobre cómo se siente y por qué se siente así, es un buen primer paso. Escúchale y déjale claro que le entiendes. No rechaces sus sentimientos, aunque sean de ira.
• Descarta que haya algún problema en casa: pregúntale si va todo bien, en general. ¿Existe algún problema con sus hermanos, amigos u otro miembro de la familia, incluidos tú y tu pareja?
• Habla con sus profesores: solicita una tutoría para comentarles lo que te preocupa. Pídeles que presten especial atención a tu hijo en el cole.
• Procúrale constancia: los niños necesitan rutinas. Trata de que tengan rutinas en casa en cuanto a comidas, deberes, tiempo de relax y hora de irse a la cama. Dependiendo de su edad, haz lo mismo con las visitas al baño.
Busca ayuda profesional: no dudes en preguntar a tu médico de cabecera si la ansiedad se está convirtiendo en un problema para tu hijo.